Antecedentes:
Se tenían noticias de dos compañeros que habían logrado con anterioridad la entrada del sifón: Jorge Lopera y Ángel Ortego, llegando uno de ellos incluso a descender unos metros y dejar hilo guía instalado.
Para tener una primera toma de contacto con la surgencia y valorar así la necesidad de realizar posteriores campañas de exploración, el equipo formado por Manuel González Ríos, Francisco Ortiz, Agustín Padilla, Ana González y Juanma Ortiz visita el nacimiento del Río Castril. Según las referencias aportadas por Jorge Lopera y Ángel Ortego, había una entrada accesible entre un caos de bloques localizado en la parte superior del nacimiento. Una vez nos encontramos a pie de sifón, pudimos comprobar que el agua estaba al menos dos metros por encima del supuesto nivel habitual y no había paso practicable entre los bloques. Tan solo un pequeño agujero permitía el acceso a una sala en la que se veía un trozo del hilo guía. Tras numerosos intentos infructuosos de pasar la estrechez, decidimos dar por finalizada la jornada.
Posteriormente, David Torres, Susana Ramírez, Laura Alonso, Agustín Padilla y Juanma Ortiz forman el equipo de trabajo de esta segunda visita, que busca encontrar un paso practicable entre los bloques para penetrar en la surgencia.

Cuando Juanma regresa y suelta el equipo, observa que, extrañamente, nadie coge las botellas que tiene que pasar de una en una por el agujero. Como solución al problema, se le ocurre pensar que no se han percatado de su llegada y decide lanzar las botellas hacia el exterior. Curiosamente el equipo es recibido por Agustín y David. Una vez en el exterior, estos le comentan lo ocurrido con el agua y, efectivamente, el sifón presenta más de un metro de agua en la sala, este era el motivo de que nadie recibiera el material, no llegaban a cogerlo.
Se deja instalado el hilo guía hasta la mitad del segundo pozo y toca la cota de -27 m sin llegar al fondo. La cavidad, con un pozo de gran tamaño, presenta las paredes de color negro. El color de la pared y el fino sedimento que flota en el agua, dificultan la visión e imposibilitan ver el fondo del pozo y la dirección de la galería.
Dadas las peculiares características de la cavidad, nos ponemos en contacto con Juan Sánchez con la idea de aunar esfuerzos y realizar un trabajo conjunto.
12 de octubre de 2011

Contando con los permisos pertinentes del Parque natural de Castril, el equipo se reúne en el nacimiento para llevar a cabo dos tareas definidas: instalar una tirolina de acero entre el mirador y la surgencia, que servirá para el traslado del material de exploración, y asegurar en la medida de lo posible la entrada al sifón.
15 de octubre de 2011



La angosta entrada no perdona a ninguno de los buzos, que necesitan hasta 15 minutos para forzar el primer paso estrecho que antecede a una estrecha fractura que desciende más de 11 metros verticales y que se abre en un primer pozo que tiene el fondo a 34 metros de profundidad. La base del pozo se vuelve una rampa que se pierde en la profundidad más oscura y absoluta. Antes de darse la vuelta el equipo, Juan decide avanzar unos metros más y toca los 36,5 m corroborando la tendencia descendente de la galería.
En este punto, el equipo decide retornar a superficie, lo que no va a ser nada fácil, pues, a los más de 11 m de fractura estrecha y al paso super estrecho que hay a 3 m de la entrada, se le suma la nula visibilidad y el agua a 10º que nos rodea y moja la ropa de abrigo de Juanma.
El primero en salir es Juanma, que tras unos minutos de duro forcejeo y con una de las botellas encima de su cabeza llega a la zona en la que José Luís les espera. Rápidamente se ayuda a Juanma a quitarse el equipo y se lanza un latiguillo largo a Juan, que no puede atravesar la estrechez.
Finalmente Juan opta por cortar el hilo guía y dejar dos botellas colgadas de él. Saliendo sin ayuda con una botella. Nuevamente la figura de José Luis es de destacar, pues rápidamente, ayuda a Juan a quitarse el equipo y a recuperar material.
En superficie, el equipo de apoyo se encarga de sacar las botellas del sifón y de despejar la salida en un tiempo record, lo que, sumado a la instalación del cabo de 10 mm que se ha dejado como hilo guía y las tareas de aseguramiento del caos de bloques que se han llevado a cabo hacen que todo transcurra sin incidentes.

Finalmente se recogió todo el material utilizado, dando por terminadas estas primeras jornadas de exploración.
Video resumen de las dos últimas jornadas