domingo, 15 de agosto de 2010

Sumidero de la Olla (Villaluenga del Rosario, Cádiz). Desobstrucción en punta (-300 m.)

El sumidero se sitúa en la carretera de Grazalema a Villaluenga del Rosario, a unos 4 Km antes de llegar a Villaluenga, a tan solo unos 30 metros de dicha carretera.
Conocido por todo el colectivo espeleologico de la provincia, ha tenido varios intentos de desobstruccion a lo largo de los años, la desobstrucción de su boca es retomada este año por miembros del GIEX y del GE Iliberis, solicitando tambien la colaboración para estas tareas de Ricardo Tamayo , perteneciente al Ces-Escarpe.

Tras varias jornadas de exploración
y desobstrucción durante los meses de Mayo y Junio, fue el 19 de Julio cuando un grupo formado por miembros del GES de Tolox y del Ces-Escarpe cuando alcanzaron la cota actual que situa la cavidad en una profundidad que ronda los -300 metros...

El 14 de Agosto, un grupo formado por Ricardo, Rafa, Aurelio y Sergio del CES-Escarpe, y Diego y yo David por parte del GEG, bajamos hasta la punta para intentar superar una estrechez y continuar con la exploración.

En una zona basta
nte inhospita en la que el barro y el agua dificultan bastante el trabajo, no pudimos hacer más que ensanchar el paso inicialmente extrayendo barro, ya que tuvimos problemas técnicos con el sistema de desobstrucción. Detrás de la estrechez promete bastante, se ve oscuridad, amplitud y un gran eco...

Poco a poco frío iba haciendo mella en nuestros cuerpos y tras hora y media meditos en aquella reducida galería tenemos iniciar la subida cuando antes para entrar rápido en calor.
El descenso por la cavidad es llevadero, ya que las zonas más verticales y limpias hacen que se te olviden por un momento las penurias sufridas en las zonas de barro y caos de bloques.
El ascenso es otra historia... y nada más iniciar la subi
da tenemos el primer contratiempo, que aunque leve, podría haber sido bastante grave.

Un servidor inicia en primer lugar la subida y cuando llego casi arriba del pozo que tiene unos 15 metros me percato de que un roce en la cuerda hace que parta la camisa y se haya empezado a deslizar, el
corazón se me pone a mil. Tengo la enorme suerte de que al lado hay una repisa en la que me puedo subir y descolgarme de la cuerda, la camisa ya habia deslizado por lo menos 1 metro y pienso que no me fuí al fondo del pozo porque la cuerda estaba tan embarrada que eso fue lo que impidio la dramática escena.

Desde la repisa consigo alcanzar la cabecera del pozo que estaba a unos 4 metros por encima mia, anclandome en la maltrecha alma de la cuerda y haciendo oposición para no llevarme otro susto.
Ya arriba cambio la cuerda por otra que estabamos usando abajo en la exploración para puedan subir mis 3 compañeros que esperaban abajo impacientes.

A medida que vamos subiendo los aparatos de ascension van cogiendo más barro y cada vez funcionan peor, lo que convierten
los últimos metros en un calvario.

Pero estaba escrito que hoy yo no iba a salir ileso de alli... Ya situado en el pozo de entrada de la cavidad, a los 4 o 5 metros de ascensión de repente se me parte el pedal por la cinta del pie y recibo un trem
endo "puñetazo" del puño de ascensión cerca del ojo derecho que casi me deja K.O.
Consigo salir de aquel infierno
con el pantin usandolo de pedal, el ojo de pena y en la cara una mezcla entre sangre y barro. HERIDAS DE GUERRA.
Esto es lo que pasa por cogerle cariño al material, que en cuanto te falla se lo pierdes en el acto...

Ya en la calle decía para mi mismo que en mi vida volvería a meterme más en aquel fregao, agujero inhóspito, hostil y asqueroso. Pero luego llego a mi casa, se me olvidan las cosas malas y solo pienso el volver a aquella estrechez en -300 y ver que esconde.



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