Tras varios intentos de organizar salidas a grandes cuevas del norte conseguimos organizar una salida conjunta con varios clubes de espeleología hacia la cueva de Valporquero , uno de los espeleobarrancos emblemáticos de nuestro país. Tras la petición de los permisos pertinentes la cita quedó emplazada al sábado de 20 octubre.
Decidimos entrar por la cueva turística y aprovechar para saludar al director de la misma e intentar ver parte del recorrido que ofrecen al público general. Aunque no pudimos ver todas las salas que ofrecen, mereció la pena disfrutar de tanta cantidad de formaciones distintas.
Posteriormente , guiados por el único compañero del grupo que había estado previamente en la cavidad , accedimos a la zona deportiva. En ella pudimos disfrutar de la singularidad geológica de la cueva siguiendo el curso del río , encontrando en nuestro camino distintos rápeles , pasamanos, toboganes y saltos.
Teníamos dos grupos por delante así que decidimos tomarnos la travesía con calma haciendo fotos y empapándonos de todo lo que nos rodeaba
Tras hora y media llegamos a un canal de estrechamiento ascendente por el que circulaba un viento gélido y que da acceso al final de la cueva y principio de barranco.
La salida es tan grandiosa como la entrada y la luz da paso a un paisaje exuberante de robles, hayas y helechos que culmina en una cascada de treinta metros, que forma una pequeña cavidad en su lecho con un pequeño desarrollo recubierto de musgos y líquenes.
Aún nos esperaba un rapel más de 18 metros para acabar nuestra jornada con un corto sendero que llevaba hasta nuestros vehículos
Con la promesa de volver a repetir experiencia entrando la próxima vez desde el Sil de Perlas nos despedimos de León, previa cita a su catedral tan majestuosa, canto a la luz y belleza de estas tierras
Los participantes de esta actividad junto con los miembros del grupo de espeleólogos granadinos Miguel y Eduardo , fueron Natalia, Aurelio y Juanma de Mollina , Fran de Málaga y Fran Chezsan de Vélez Málaga
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