El 30 de agosto, rematando las vacaciones de verano,
Alicia, Alba y Agustín repitieron la Cueva del Lobo Marino, divertida y
refrescante visita apta para principiantes, ante la sorpresa de los bañistas,
que no perdieron detalle de las maniobras de acceso a la cueva.
En esta ocasión se accedió rapelando desde la parte
superior, y se salió atravesando un corto sifón que te lleva junto a la propia
boca, pero, por seguridad, hubo que
remontar la cuerda para dejar el rapel desinstalado y evitar el mal uso de la
misma por parte de personas ajenas a nuestro grupo.
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1. Agustín instalando la entrada. |
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2. Alba descendiendo bajo la atenta mirada de los bañistas. |
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3. Progresando por la zona más espectacular. |
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4. La playa interior. |
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5. Amplia galería con raíces de higuera. |
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6. Preparándose para cruzar el sifón. |
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7. Desinstalando.
8. Foto de grupo.
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