El 24 de septiembre, y tras solicitar infructuosamente la visita durante varios años, diez de los compañeros del GEG pudimos disfrutar de una de las cuevas más espectaculares de nuestra geografía: la Cueva de Castañar de Ibor, Cáceres.
Localizada a finales de los años sesenta por un agricultor cuyo mulo hundió los cuartos traseros en una grieta que se abrió mientras realizaban labores de arado en su finca, esta estrecha y vertical entrada conduce a un conjunto de galerías de trazado prácticamente horizontal de alrededor de dos kilómetros de extensión, que por su particular formación sin apertura al exterior anterior al mencionado incidente, ha dado lugar a una alucinante concentración de espeleotemas entre los que cabe señalar la extraordinaria profusión de cristales de aragonito de las formas más caprichosas que cabría imaginar.
Lamentablemente su singularidad es también su mayor inconveniente de cara a las visitas espeleológicas, pues es de una extrema fragilidad y la prioridad es su conservación, para ello se ha limitado el número de visitas, las fechas, afluencia y recorrido, así como la prohibición de hacer fotografías y la obligatoriedad de entrar con un atuendo desinfectado proporcionado por el centro de visitantes.
Todas las foto del interior son del archivo de nuestro compañero Manuel González Ríos, quien participó en la catalogación de los espeleotemas, topografía y puesta en valor del monumento natural.
Tras la visita, ya de regreso, parte del grupo se quedó en Espiel (Cordoba) para pasar el domingo escalando en la zona.
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| 1. Parte del grupo junto al convento de Guadalupe. |
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| 2. El primer grupo en la actual puerta de entrada. |
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| 3. Interior cueva. |
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| 4. Interior cueva. |
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| 5. Interior cueva. |
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| 6. Interior cueva. |
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| 7. Interior cueva. |
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| 8. Interior cueva. |
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| 9. Interior cueva 26 - Rafael Pages - 2001 |
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| 10. Escalando en Espiel. |
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