BARRANCO TORRENTE O DE NIGÜELAS.

    El 24 de marzo se desciende el río Torrente de Nigüelas. Se trata de un pequeño barranco de escasa dificultad y duración pero de los que nos gusta llamar "de coleccionista" y que goza, por tanto, de ese encanto de los itinerarios menos transitados.

    A día de hoy parece estar siendo reequipado por algún compañero al que no conocemos pero a quien agradecemos su esfuerzo; se ha incorporado un cable de seguridad en el peculiar acceso al cauce y el pasamanos recuperable se encuentra instalado en fijo, aunque corresponde a cada deportista la responsabilidad de verificar el estado de las cuerdas. En caso de necesitarlos existen varios escapes por la margen izquierda.

    En este cañón podemos disfrutar de una sucesión de cortos rápeles (algunos destrepables cuando el caudal es bajo), con la única excepción del primero de ellos, de 30 metros, por la pared de una presa artificial que previamente hemos ascendido por las gruesas grapas que hacen las veces de peldaños, asegurándonos al cable antes referido como si de una vía ferrata se tratase.

Presa de contención.

Ascendiendo por la escalera.

La presa desde la base del rapel.

Otra vista con los dos primeros rapeles.

Las paredes se aproximan y se elevan.

Uno de los puntos más estéticos.