Este sábado 12 de marzo y tras posponer la visita en repetidas ocasiones por diferentes causas, Alicia y Agustín aprovecharon que el material llevaba preparado semanas para hacer una improvisada visita a una de las cavidades más emblemáticas y particulares de la provincia que esperemos se repita pronto con el resto de compañeros.
Encontramos en nivel freático preocupantemente bajo, aproximadamente dos metros por debajo de la regla que lo mide, en todas nuestras visitas de los últimos años ha sido así; no se encontró ningún ejemplar de los interesantes troglobios que habitan las aguas termales (al menos uno de ellos endémico de la cavidad) que sin embargo venían observándose de nuevo desde, al menos, 2017 (existe una entrada sobre el tema en este mismo blog) después de haber desaparecido durante años, lo cual achacábamos al grave incidente de contaminación que sufrió la sima a comienzos de los 2.000.
El bajo nivel, sin embargo, nos permitió forzar un paso estrecho y seguir progresando por el lago.
Base de uno de los pozos.
Preocupante nivel freático.
Cruzando un paso estrecho normalmente sumergido.
Afrontando los pasos estrechos.
El lago.
Alicia saliendo de la cavidad.
Vista desde la cantera donde se encuentra la boca actual. Al fondo Sierra Nevada
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